Tiendo a opinar de forma más similar a Micah Escamilla quien agregó sus comentarios al video de Rob Bell, en vimeo y menos como Justin Taylor, quien después de ver un video de tres minutos —el cual no desacredita la Biblia, ni declara absolutos, el cual lanza preguntas y deja una indicación que la Biblia responde con poder y de una forma maravillosa a las preguntas que muchísimos individuos en nuestro mundo se hacen respecto a quién va al cielo y quién va al infierno— y reconociendo [Justin] que él aún no lee el libro —y por lo tanto la explicación de Rob Bell—, se anima a expresar que siente que Rob no va por buen camino.
Al igual que Micah, yo he analizado el trabajo y las reflexiones que Rob Bell hace en los videos de Nooma, en sus predicaciones con Mars Hill, en sus podcasts, y en ningún momento me ha parecido que lo que dice es de alguna forma herética o perteneciente a una doctrina falsa.
También soy de la opinión que no existe nada malo con formular preguntas. Y no sólo preguntar, sino animar a otros a cuestionar lo que creen. Hay demasiados cristianos que se rehusan a que las preguntas se eleven. Con suma frecuencia, las palabras difamatorias brotan, y por lo general no con un espíritu cristiano.
Mi postura no es defender un punto de vista liberal o conservador, simplemente procurar no dejarme llevar por lo que dice la gente. Me ha tocado ver extremismo de ambos lados. Así como las personas que se han alarmado en este caso [respecto al más reciente libro de Rob Bell], mi mente viene a lo ocurrido con Clifford Goldstein, donde los editores del blog de Power of Pride— han tomado sus comentarios a la revista Spectrum y los han interpretado de una forma tan a su conveniencia, que han cambiado su significado y lo han puesto en un aprieto a este pastor. Él mismo ha comentado sobre lo ocurrido en sermones posteriores. [
Que él no se lo busque tampoco estoy en desacuerdo.]
El hecho que una opinión sea apoyada por una mayoría o minoría no la debe convertir en verdad o mentira. Cada declaración, cada pregunta sólo la podemos analizar de acuerdo a la luz que tengamos, pero siempre con un espíritu de buscar la verdad, no sólo lo que pensemos que nos conviene.
Es importante entender la manera en que piensan otros, entender sus preguntas, conocer mejor nuestras creencias, fundamentarlas y realmente sólo defender aquello en lo que estamos convencidos.
Creo que Rob Bell merece más que una desacreditación por habernos desafiado con algunas preguntas. Valdría la pena leer lo que dice y escudriñar si en realidad lo que él dice es una falacia o verdad [en vez de dejarnos llevar por comentarios especulativos].